El sistema de alcantarillado de Londres es un impresionante ejemplo de la brillante ingeniería británica de hace 150 años. Hoy está irremediablemente sobrecargado por el crecimiento de la ciudad, agravado por el progresivo sellado de las superficies. Mientras que antes las sobrecargas causadas por las fuertes lluvias sólo se producían ocasionalmente y había que verter las aguas mezcladas (pluviales y residuales) al Támesis y sus afluentes, ahora esto ocurre casi semanalmente. La presión sobre el ecosistema del Támesis es enorme.
La ampliación y nueva construcción de estaciones de bombeo y plantas de tratamiento de aguas residuales eficaces deberían proporcionar un remedio sostenible. Dos largos túneles de gran diámetro proporcionarán la capacidad de transporte. A partir de marzo de 2012, el túnel Lee, al este del centro de la ciudad, desde la estación de bombeo de Abbey Mills hasta la depuradora de Beckton, será perforado por un mixshield de Herrenknecht, bautizado Busy Lizzie. Debido a la gran profundidad de unos 70 metros a la que debía proyectarse el túnel, los ingenieros de Herrenknecht diseñaron la máquina para una presión de trabajo de hasta ocho bares.
Todos los implicados en el proyecto celebran el avance final en la excavación del túnel más profundo de Londres el 26 de enero de 2014. Para entonces, la Herrenknecht Mixshield había perforado hasta 54 metros de túnel al día y lo había revestido con dovelas. Martin Baggs, director general del cliente Thames Water: "Estamos muy orgullosos de este proyecto, con el que mantenemos limpio el río Lee, dentro del plazo y el presupuesto previstos."
Una selección de imágenes por cortesía de Thames Water.