El segundo de los tres tramos, de 850 metros de longitud, requiere un enfoque extremadamente delicado: los cimientos de la iglesia de la Santísima Trinidad de Offenburg, en el sur de Baden, deben atravesarse a una distancia de sólo 3,5 metros. Para garantizar que las dos torres de la iglesia, de 50 metros de altura y con más de 100 años de antigüedad, no empiecen a inclinarse, antes de excavar el túnel se llevan a cabo intensas investigaciones geológicas. El nuevo colector recoge hasta el 85% de las aguas pluviales y residuales y las transporta a la depuradora.
La solución es una cabeza excavadora Herrenknecht que excava la alcantarilla combinada utilizando el método de hincado de tuberías. Para evitar el hundimiento, una suspensión de Betonit situada inmediatamente detrás del escudo soporta el denominado desbordamiento (la sección transversal excavada es ligeramente mayor que el diámetro de la tubería). El 23 de junio de 2006, tras 405 metros de túnel en el segundo tramo a través de arcilla y arena, la máquina llega a su destino de la segunda fase con una desviación inferior a un centímetro y sin daños en la iglesia.