Con más de 2.000 kilómetros, España cuenta con la red ferroviaria más larga de Europa para conexiones ferroviarias rápidas. Madrid es el nudo central del transporte ferroviario de larga distancia en la Península Ibérica. En la actualidad, las conexiones de alta velocidad procedentes del norte terminan en Madrid, en la terminal de Charmartín, y las del sur, en Puerta de Atocha. Los viajeros de larga distancia tienen que cambiar a trenes de cercanías para continuar su viaje. Para ampliar este cuello de botella y modernizar así toda la red, se va a construir una conexión subterránea entre ambas estaciones.
Para la construcción del nuevo túnel ferroviario del AVE, de casi 6,9 kilómetros de longitud, se está utilizando un escudo EPB de Herrenknecht. Los experimentados mineros pasan con rapidez y seguridad por debajo de varias líneas subterráneas en el área de la ciudad y alcanzan valores máximos de hasta casi 60 metros por día y hasta 280 metros por semana. El 11 de febrero de 2011, tras un periodo de construcción de tan solo diez meses, el proyecto alcanzó su punto álgido en la Puerta de Atocha.