La construcción de túneles subterráneos bajo el centro de Nápoles, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, exige una planificación especialmente responsable y el uso de tecnología de alto rendimiento. Por ello, el trazado del túnel para la prolongación de la línea 1 desde la estación de Dante hasta la de Garibaldi se realizará en la capa de toba, entre 20 y 40 metros por debajo de los edificios.
En primavera y otoño de 2004, dos escudos de Herrenknecht EPB se pusieron manos a la obra para perforar los dos tubos subterráneos paralelos y revestirlos con dovelas. La perforación del túnel finalizó con éxito en diciembre de 2007 y un año más tarde, en diciembre de 2008.
Mientras los dos escudos de EPB realizan su trabajo bajo tierra sin que nadie se dé cuenta, una máquina de perforación vertical (VSM) de Herrenknecht es claramente visible en la superficie. Perfora pozos desde la superficie hasta el nivel del túnel, que pueden utilizarse para la ventilación y, en caso necesario, como vías de evacuación.
Perfora diez pozos con diámetros de 4,5 metros y profundidades de hasta 45 metros, y el principio y la tecnología de la máquina han demostrado su eficacia. La VSM ocupa muy poco espacio para su instalación en las estrechas calles de Nápoles y las molestias acústicas para los residentes locales son mínimas. La excavación de hasta algo menos de cinco metros al día se completa rápidamente, ya que la excavación y el revestimiento del pozo se realizan simultáneamente utilizando dovelas prefabricadas de hormigón. Al final de una excavación, la VSM puede desmontarse rápidamente y transportarse al siguiente emplazamiento gracias a su diseño modular.