En la década de 1990, los tres tubos existentes del túnel del Elbe se vieron desbordados por el tráfico procedente de la ciudad hanseática de Hamburgo y el tráfico de larga distancia norte-sur. El cuarto tubo está destinado a proporcionar alivio. Para no entorpecer el tráfico marítimo en el Elbe, se decidió excavar el túnel mecánicamente. Sin embargo, los desafíos exigieron la experiencia concentrada de los ingenieros de Herrenknecht. En particular, la elevada presión del agua, de hasta 5,5 bares, así como las condiciones cambiantes previstas del terreno, con sobrecargas de sólo siete a 13 metros, exigen soluciones innovadoras para una excavación de túneles segura y eficaz.
La empresa de Hamburgo bautizó la Herrenknecht Mixshield "TRUDE" (Tief Runter Unter Die Elbe), equipada de forma ideal para la tarea. Con un diámetro de 14,20 metros, es la tuneladora más grande del mundo en ese momento. Dado que no es posible realizar un cambio de herramienta convencional, Herrenknecht desarrolla brazos de rueda de corte activos en condiciones atmosféricas. El cortador central activo puede hacer avanzar la rueda de corte hasta 600 mm y mejora el avance en terrenos muy cohesivos. El sistema SSP (Sonic Softground Probing) también se utiliza por primera vez en TRUDE. Ayuda a reconocer a tiempo los obstáculos de mayor tamaño en la pista de perforación, como rocas.
Después de sólo dos años y cinco meses, el túnel está terminado. El éxito del proyecto y la tecnología utilizada marcarán la pauta en la construcción mecanizada de túneles durante mucho tiempo. En la actualidad, unos 30.000 vehículos cruzan cada día el cuarto tubo del túnel del Elba.